Enri II: 10 – 6 – 2003

Otro viaje, otro lugar.
Paso por Calatayud en tren (largo recorrido)
¡Cuántos túneles y ríos! Montañas, valles, riscos.
Corre airecito tranquilo y el lugar ¡es colosal!, pues al parar un momento los ríos y las montañas se cruzan y se entrelazan. ¿Serán 10 o 12 ríos? ¿Será el mismo, que nos sigue y que audaz él nos persigue?
Todo es grandioso y es bello.
Me conquista y me fascina, caminos ríos y cimas, huertos, árboles y plantas.
Este tren es muy cacharro. Este vaivén me asusta. Quiero llegar sana y salva por lo menos a Sabiñánigo.
Porque lo que hace después…
No sé dónde empezaré, la cabeza y también harán los pies.

Enri I

Calor asfixiante y loco. Ganas tengo de llorar, estoy tonta de remate y no hago más que pensar en vez de viajar contenta porque me marcho a zambullirme en el mar.
Estoy triste y desolada porque recuerdo mi casa y a mis hijos y demás.
Trataré de estar contenta, de bañarme, pasear y, si la cosa se tensa, bailaré si hay que bailar.
Escribiré unas postales. Me animaré ¡Ya lo creo!
Por la cuenta que me tiene pues seguro que en la playa cualquier cosa me entretiene.
Ángel está algo dormido. Yo, ni eso puedo.
Pero desde ahora mismo digo que pienso acabar contigo.
Basilisa y las dos Petras ríen contentas y despiertas. Y Dolores y Fidela en su asiento conversan.
¡Cuánto dura este viaje! Dios de los cielos, es largo como mis noches que en vez de dormir velo.
¿Qué hace allí adelante Lorenzo seguido de Valeriano? ¿Qué hacen Domingo y Alonso?
Ángel está dormitando, pero alcanzo a ver a Elías un poquito cabizbajo. Está mirando el paisaje, que tiene poco de encanto.
¿Cambia el paisaje? Madre, ¡qué alivio! Parece que mi alma sale del abismo.
En un restaurante hemos comido bocadillo de chorizo, regularcillo era el vino.
Estoy viendo una montaña preciosa con un castillo en lo alto.
Un pueblo maravilloso que bien da todo lo visto.
Me pregunto de dónde habrá salido todo esto.
Barbechos, tierras rojizas.
Sierra o monte a lo lejos.
Un pueblecito pequeño con casas irregulares unas bonitas y grandes otras.
Seco y angosto como molinos de viento.
Viñedos. De vez en cuando montañas rocosas.
Sorpresas con el perila.