Zorro Negro VIII: diario del balneario.

X – VI – 2003

Salimos de Muñoveros sobre las 10 de la mañana, está el día bastante calurosos y sobre las 12 estábamos en Majadahonda, hasta ahora todo bien. Bea nos llevó a Chamartín (estación). Allí acudió Héctor. De equipaje, dos maletas y una bolsa (mucho para lo que realmente necesitamos aquí).

El tren fue tremebundo, desde Madrid salimos a las 3 menos cuarto y llegamos a Sabiñanigo sobre las 10 de la noche. En nuestro vagón viajaban dos abueletes, mujer y hombre, que también se dirigían a Panticosa – Balneario –. Nos tuvimos que cambiar de vagón porque en el nuestro olía fatal, el otro era mucho más espacioso y en el viajaban bastantes personas, pero el traqueteo y el vaivén del viejo tren no cambió. Al balneario llegamos sobre las 11, pues en Sabiñanigo nos esperaba un autobús, el cual nos trajo por fin sanos y salvos.

La animadora nos puso al corriente de lo viejo de todo ello, de la cantidad de obras que estaban realizando. Nos comentó que este año había llegado el momento y la suerte de que llegara un Papa Noel, que iba a poner a todos los Hoteles Casinos y demás en unas condiciones admirables.

Como llegamos avisados, no nos pareció tan mal, pues si es verdad que es viejísimo, está muy limpio, la comida es estupenda, los baños muy bien y el paisaje una maravilla.

Nuestra habitación es grande y espaciosa, se compone de dos camas antiquísimas de madera muy bonitas, sábanas blancas y muy limpias. Sofá de las mismas características, sillón, mesa y silla, todo de madera, que no me atrevo ni a calcular los años que tendrán. En la propia habitación está el lavabo, es del año catapún. El cuarto de aseo es aproximadamente de 1,5 de ancho por 4 de largo, está más o menos bien, tiene todas las tuberías por fuera, ídem los desagües. La bañera es antigua también y grande, los soportes son 4 tacos, pues tiene patas, el único inconveniente que cuando te metes en ella tienes que pensártelo dos veces, pues el problemas es ¿cómo sales de allí?, pido ayuda a Ángel y así consigo no romperme ninguna pierna.

El armario es abrir una puerta como la de la entrada de la habitación, con un cuarto como de despensa, tienes la ventaja de que en el suelo te caben maletas, zapatos, bolsos… todo como es de suponer, en el santo suelo. Para colgar tengo que dar un salto pues las dos o tres barras que tiene, están un poquito altas.

Ventanas hay dos de madera fuerte con fallebas de hierro fuerte, pintadas antes de verde, después en marrón y ahora en gris. Lo que no sabemos es donde va a parar una puerta que hay cerca de las camas, el primer día Ángel trató de abrirla y contestó la voz de una mujer desde el otro lado.

El hotel en su conjunto no está mal, en la planta de abajo está el jol (hall) donde hay un mostrador pequeño, recepción, en el que la mayoría del tiempo no hay nadie. Eso a mí me extraña muchísimo puesto que al tener el hotel aproximadamente 300 habitaciones, entramos y salimos la gente como Pedro por su casa, aparte de que todos los clientes del Hotel Medio Día vienen a comer al Continental, que es este.

La cocina es muy buena, nos dan a escoger entre dos menús y todo bien guisado y estupendo. Damos paseos por el bosque, casi siempre con alguna gente más. Creo que ya he dicho que es un paisaje divino. Desde nuestras ventanas vemos y casi alcanzamos con la mano las veredas que suben a la cima de la montaña y lo más extraordinario y fantástico, el agua que baja a raudales formando dibujos. Cascadas fuertes y espumosas. A mí, el primer día me parecían railes de nieve, que desde la cúpula de la montaña, haciendo caminos y virajes, se dirigían hasta el valle.

No casi se ve la televisión, las habitaciones no tienen teléfono, no hay cines, ni bailes. La piscina se abre hoy lunes y allí haremos gimnasia. Los baños consisten, en primer lugar, unas emanaciones con respiración (estas son al vapor). Después entramos en una sauna, buenísima también, y por último, piscina con chorros. Lo extraordinario de todo esto es que el agua baja de la montaña completamente caliente y todo son aguas termales.

En la plaza del balneario está la fuente de S. Agustín, esa agua es bueno para el riñón. Por lo tanto recomendado por el médico: 3 vasos antes del desayuno, otros 3 antes de la comida e igual antes de la cena. Ángel, como todo se lo sabe y hace lo que quiere, no se toma ninguno, pues si he de ser franca cuesta un poquito, puesto que también es calentita.

Ayer domingo fuimos de excursión a Ordesa, un parque natural, que esto hay que vivirlo para sentir.

En este momento estoy en nuestra habitación con la ventana abierta y estoy escuchando y viendo un rio caudaloso y cantarín, el cual pasa debajo de nuestra ventana. Son ríos que rodean el Balneario, piedras grande bajo el agua clarísima, protegido por vallas de aproximadamente 1 metro de altura. Canta y corre con fuerza impetuosa levantando espuma, y cantar todo a la vez.

Esta tarde lunes, pensábamos ir de excursión a la fuente de la Belleza y ha empezado a llover fuertemente. La verdad es que no para, así que estamos en la habitación, Ángel con sus Oestes y yo 5 horas con Mario, que aunque ya la había leído me sigue entreteniendo. Ahora recogeré la ropa húmeda del baño y de la piscina y lo colgare en el perchero, que aun que es más viejo que la tana, cabe todo lo habido y lo de por haber. Sobre las 6 de esta tarde bajaremos a la sala de televisión y jugaremos una partidita con Victoria, una señora de Madrid muy modosita y calladita ella; su marido Florencio, que ese sabe jugar a la baraja y hace unas jugarretas que te asustan. La Florencia, también de Madrid, pero que la señora se las trae, pues en vez de estar mirando al compañero para hacer señas se distrae viendo a una pareja de viudos jugar al parchís, y no sirve que la digas a la señora. Hace lo que le da la gana, cuando tiene el as te hace el rey y al revés. Pero tengo que reconocer que la Floren me cae divinamente y también su marido que no recuerdo como se llama, a mí se me representa a Joaquín, el marido de la Juanita García.

8-tarde. Parece que amaina el torrente de lluvia, cuando eso ocurre se queda una tarde muy sana y clarísima que el paseo es una gozada.

El otro día nos quedamos sentadas en recepción Victoria y yo, llegamos de dar un paseo, pues Ángel y Florencio se quedaron en el Hotel Mediodía viendo el partido Atlético-Madrid. Estábamos comentando que se veía mucho guardia civil. En el mostrador no había nadie, también lo comentamos. La gente salía y entraba, subían, bajaban. Unos, buenas pintas, otros regulares. Salió a por tabaco una chica, que es la que nos atiende en los baños, preguntamos que por que allí no había nadie vigilando. Nos comentó “esto es así, toda la noche está abierta la puerta y no pasa nada”. ¡Jolín! La Victo que de un miedica subido y yo, que no me quedo atrás, estábamos cagaditas de miedo. Entra un chico joven y nos dice “¿Han visto vds. por aquí a la guardia civil?” Pues no le contestamos, pensamos se iría, pero no señor, entró para dentro. Nosotras con la enfermera (que por cierto era de Toledo). Nos confesó que por esos montes estaban buscando a un etarra, nos lo acabó de rematar la niña con esa noticia. Nos quedamos en el jol esperando algo o que el chico que había entrado y no había vuelto a salir fuese realmente algún maleante o que todo fueran conjeturas nuestras dadas lascircunstancias. De pronto, empezó como si fuera una peregrinación de guardias civiles, todos con su pistolita, que no creo que fuera de juguete, todos jóvenes. Paramos a un par de ellos y les contamos la historia del chico que entró pero no salió. Ellos, muy amablemente, entraron al comedor y colorín colorado, no sabemos la historia como terminó.

Son las 9 y cuarto, ha amanecido un día espléndido. Hemos desayunado a base de bien, esto a las 8 y cuarto. En este momento nos prepararemos para bajar a los baños. Como lo hacemos en grupos, nos ha tocado una buena gente y animaditos, en lo que cabe pues todos somos vejetes por lo tanto hacemos consonancia con los muebles de este hotel.

11 de la mañana, preparados para ir a la embotelladora del agua Panticosa. Curioso pero no demasiado espectacular.

Como estoy liada con la dichosa tensión, que no puedo explicarme porque esta mañana estaba por las nubes, cuando me tomo la pastilla hay veces que baja, pero tengo el problema que no dejo de mear, una lata, pero está ahí y punto.

Ahora bajaremos a comer y reírnos un rato, pues somos 8 en la mesa. Si soy sincera el primer día, la mayor parte no me hicieron tilín. A la cabecera de la mesa esta Mª Ángeles, viuda de 65 años bastante gordita y simpaticorra, esta mujer me recuerda a la Inma la de Ilumi, así que ya os podéis figurar. La de mi izquierda, Toñi, repipi y sabelotodo, también viuda, pero que cada vez me cae mejor, pues si los primeros días creí ver en ella que se quería hacer la santa, me reventaba de verdad. Toñi es íntima amiga de Mª Ángeles, de siempre. Después, estoy yo, que no sé porque me tendrían, un poco acobardada, pueblerina, sorda y como si no valiera para nada. Ángel metiéndose cada tanque de vino que para que contar, él y dos de los viuditos les aprietan y empinan el codo que para qué. En la otra cabecera de la mesa se encuentra Luis, un hombre que ni tuye ni muye. Claro, que al ser algo sordo se parece a mí, a veces tiene cara de tonto. La mujer de Luis, para que siga la racha de la sordera, también lo es. Tiene dos aparatitos pequeños y no me parece ni bien ni mal. Pegandito con ella está su cuñada, viuda del hermano de Luis ¡Esa sí que es de armas tomar! Que si se come de esta manera, que si en el sentarse se conoce a la gente lo fina u ordinaria que es, que tiene un gato llamado Casimiro limpio y juguetón, que su marido era un bendito y lo bendito se marcha pronto. En fin, que esa me cae fatal, se llama Elvira y es una de las que empina el codo. La que la sigue, y ya se termina la historia de mesa, se llama Rosa, también es viuda, su marido se murió hace un mes y se la ve que tiene valor y es fuerte pues si no, de que se viene sola la mujer. El domingo estuvo aquí su hija y francamente me gustó la chica. Rosa es otra presa fácil para estas lobas marinas, pero tiene educación y según habla también ha ido a comer a sitios buenos donde, como ellas dicen, en esos sitios se conoce a las personas. Pero el otro día se me quitó a mí la tontuna con una pastilla que me dio el médico para la tensión y salió la Prisci de siempre, la que hace cosas mal pero otras si sabe hacer y decir y las vi que se sorprendieron. La mosquita muerta y la pueblerina si sabía un poco lo que se traía entre manos. Por la noche di un paseo con Rosa y su hija y me comento “¡Pero hija Prisci! ¡Si tú y yo las podemos dar papas a esas chulas!”.

Para Ángel todo bien, el hace su vida, se limita a llenar los vasos de vino cuando se terminan y punto. Hoy he tenido una pequeña discusión con él, hasta ahora me he hecho la tonta, creo que me ha dado la razón puesto que hoy le he visto casi no tocar el vino, creo que el estómago le ha avisado. Por lo demás Ángel está muy bien, lleva estupendamente no ver la tele, que ya es decir. Nos damos paseos por el monte, que eso tiene tela marinera, pues la subida bien, pero la bajada es de aquí te espero. Cuando estamos arriba y divisamos el valle es algo impresionante de bonito.

Ayer fueron muchas de ellas a la fuente de la belleza, se lavaron en ella la cara y vinieron con el convencimiento de que lo habían logrado, pero a mí me pareció, que por la pinta que traían de cansancio, la fuente había surtido el efecto contrario.

Hay una mujer gordita y grande que se la ve buena persona, está acompañada por 2 hombres, el uno es su marido y el otro es un viudo. Se conocieron hace 5 años en este balneario y desde entonces todos los años se juntan aquí los tres. Ella está un poco hecha polvo de las piernas y demás pero tiene un sentido del humor estupendo. El otro día nos dijo que aunque su marido y el amigo siempre van juntos de maricones nada. Es estupenda.

Pero hay una cuadrilla de viudos, solteros o separados que entre ellos se llevaban bien. Una parece una marimacho de no te menes. Tiene aspecto de burrona, no dice adiós a nadie. Mujer grandona, vestimenta estrafalaria y cuando te la encuentras te mira como si te perdonara la vida, en eso todos los que estamos aquí coincidimos, pero sus amigas la siguen hasta la muerte.

Los demás son gente todos muy normales donde no se nota si son mejores o peores, pero lo del critiqueo está a la orden del día. Hoy hemos desayunado con una pareja mayor los dos, el, 87 años, pero muy cachondos. Ella a la marimacho la llama perdona vidas. Nos hemos reído un rato con ellos, el desayuno no es ritual y lo hacemos unos días con unos y otro con otros.

Aquí se sabe la vida de unos y la de otros ¿verdad? ¿mentira? Es algo que no nos importa pero como hay poco que hacer y estamos juntos hasta en la sopa…

Avelina, que es una mujer que me encanta (ya me he referido a ella anteriormente), es la mujer que siempre está acompañada por el amigo y el marido. Hasta Ángel se lleva bien con ella, pues te cuenta unos chistes verdes que te hacen reír.

¿Se puede figurar alguien que conozca a Ángel subir y bajar montaña? Es divino contemplar desde arriba todo el valle ¿y desde abajo? Mirar para arriba y ves cascadas impresionantes, salen de arriba, de la cima, y bajan juguetonas y cantarinas formando en su recorrido una espuma blanquísima. Trazos de nieve que parece que lo puedes alcanzar con las manos y muy cerca en el valle, a 10 metros del hotel donde nos hallamos, una piscina de aguas termales calentitas. En esta piscina es donde fuera y dentro de ella hacemos gimnasia con Mª Ángeles, la monitora, que la pobre no se ni como aguanta, pero se la ve con paciencia y muy profesional.

19)

Anoche nos dimos un paseo, pero como Ángel estaba cansado se fue a la cama, yo me quede de parleta con Benita. Beni es de Villacastin y conocía a todos los amigos de Mari y Agustín. Es una mujer muy pisporreta, pequeñita y bastante tetuda, simpáticorra. Se me representa a la Felisa de Nico. No se si cuando vuelva yo a leer esto podré creerme que haya escuchado tanto y sin embargo haya hablado tan poco, sobre todo de jaleos, problemas, enfermedades,…

Dimas: a ese hay que echarle de comer a parte, fumador empedernido, uno tras otro, a su aire siempre, sus palabras más usadas, cabrón, maricón. Tiene una pinta de viva la virgen que para qué. Empina bastante el codo pero opino que es noblote y que Benita en muchas cosas hace lo que la da la gana, aunque como él va a su aire, ella charla con unos y otros y aparentemente no se la note que la afecte demasiado.

Ángel aguanta bien los baños que nos dan, pero la sauna no le va y allí me deja con quien sea. Bastantes días con el Dimas y algunos más, contando chistes verdes o no verdes, se sabe muchísimos.

El tal Dimas se junta con otro que es poco más o menos que el, son dos machistas empedernidos. En su casa se hace (según ellos) lo que les da la gana, son un par de fanfarrones de aquí te espero.

Hoy hemos estado de marcha por parte de la montaña. Salimos a las 10 de la mañana y hemos llegado al balneario a comer a la 1 de la tarde. Todo el tiempo andando menos las paradas en las cascadas, balcón de la reina, desde donde se divisa todo el valle. De verdad, que por mucho que diga, es impresionante. Luego también está la fuente de la belleza, la de la cagalera. Se llama belleza porque según dicen rejuvenece, y el otro nombre es debido a que ayuda a hacer de . . . También este valle nos ha causado algún trastorno, como es las excavadoras, obreros y maquinas por todos sitios. Casi todos los edificios están en obras y no para nada, más que los domingos.

Son las 8 de la mañana, día antes de la vuelta a nuestra tierra y con todos los nuestros, ya tenemos ganitas de verles a todos.

No puedo por menos de decir que uno de los contratiempos, si se puede llamar eso, es que hace dos días en la mesa, hubo un encontronazo con Toñi y Rosa. Reconozco que Rosa está muy sensible ¿o es que ella es así? No lo sé. Ojo, la disculpé luego con los otros, por que dije que había que hacerlo, basta que lo de su marido estaba muy reciente y no era de extrañar su reacción. Pero los otros viudos no lo entienden así, dicen que por eso han pasado ellos también. La verdad es que fue por una simpleza, pero pasó, y Toñi se fue de la mesa llorando. Pero la que está como una fiera con Rosa es Elvira, dice que a ella nadie la dice lo que tiene que hablar en la mesa y menos una persona que no tiene ni fu ni fa de educación. Abrí el pico para decir que nos quedaban dos días y mi opinión era la de procurar que todo fuese bien. Dijo que ni hablar, que por encima de ella no pasaba nadie. Charo, su cuñada (la sorda), me miró y nos encogimos de hombros.

Pero nosotros seguimos haciendo nuestra vida normal y no nos ha afectado en absoluto. ¡Pues ahora sí que estamos bien! Me doy cuenta en este momento que hace tres días nos invitó Luis el de la mesa a café, porque dice que era su santo, S. Luis, ¿pero qué San Luis? ¿No es el 25 de agosto? Que lio dios mío.

Hoy, la víspera de la marcha, hemos ido Ángel y yo a la fuente de la cagalera. Esta fuente está metida en una especie de ermita, tiene como una urna de altar. Por ahí entre unas rocas sale el agua que se encauza por un tubo y llega a la pila, parecida a las de la iglesia de nuestro pueblo. Hay como un balcón de hierro desde donde se divisa la montaña. Para acceder a todos estos sitios hace falta subir y bajar laderas, pendientes y escarpados que si tiene la mala suerte de tropezar sencillamente te puedes romper los hocicos.

A la puerta de hotel (como casi siempre) estaba Avelina junto a sus dos acompañantes, el marido y el amigo. Como son tan amables nos hemos sentado un rato con ellos. Nos ha contado, todo con la gracia que la caracteriza, que los vasos de agua que nos mandaban tomar antes de cada comida tenían un significado y que era el de llenarnos el estómago antes de comer para ahorrarse ellos comida. La hemos dicho que eso en nuestra mesa no nos afectaba, puesto que comíamos divinisimamente. En ese momento han llegado Dimos y el otro borricanacano diciendo brutalidades (como siempre), que si la viagra arriba, que si abajo. La Avelina, que sabe llevar la corriente en cualquier conversación, que estaba visto que ellos se daban mucho pote y eran unos fanfarrones de mierda, pero de lo demás nada. Había otra mujer en la conversación y ha preguntado que qué era la vinagra esa. Avelina, que se estaba dando cuenta que yo no estaba casi en la conversación, a dicho con mucha guasa que se lo explique la Prisci, que esta oye cuando quiere y cuando le da la gana. Y dirigiéndose a mí me ha dicho “¡Oye rica! ponte las pilas que te veo un poco despistada”. Esta mujer me ha dejado una cinta de un teatro hecho por su marido y ella en su pueblo, “mira chica” me ha dicho “te la dejo porque tienes cara de buena persona y sé que me la devolverás”, francamente, viniendo de ella, me ha alagado.

Después de nuestro paseo, todos los viejetes estábamos citados para darnos el informe, pero a nosotros nos ha citado para esta tarde, por lo de mi tensión. La verdad es que no me he figurado nunca que lo de la tensión fuera tan preocupante. Nos ha pesado, Ángel 77 y yo 80, teniendo en cuenta que he pesado 86 pues no me ha parecido mal.

Creo que cuando lleguemos a casa echaremos de menos este monumental murmullo que produce el agua que baja de estas montañas y que alborotado y cantarín pasa bajo nuestra ventana.

FIN.

Zorro Negro VII: diario del crucero

26 – 9 – 2005

Salimos de Muñoveros a las 3 y media, ósea después de comer. Era domingo, por lo tanto estaban Luis y Pepa en el pueblo y ellos fueron los que nos acercaron a Aranjuez. Con nosotros estaba Héctor de vacaciones y por motivos del piso se acercó hasta Madrid con nosotros. Las niñas de Juan Carlos, como siempre, cariñosas y encantadoras. Hasta ahora normal.

Hoy día 26 a las 9 ya estábamos preparados para emprender la gran aventura.

Nos hemos puesto en camino sobre las 10 de la mañana. Una parada en el camino, un cafecito y otra vez en marcha, para a las 1.3 estar en Valencia.

La verdad es que a Juan Carlos no se le da del todo mal, pues a las 2 ya estábamos en el puerto y a las 2.3 en la playa comprando. Se me ha olvidado decir que Lola nos ha acompañado con su padre a Valencia.

La comida ha sido buena. Nosotros 3 una paella, una mariscada, postre y café. Y Lola 2 huevos con jamón y patatas. La ha gustado mucho, pues no ha dejado ni rastro. Después, un buen paseo por la playa para luego acercarnos a una zona de museos. Algo impresionante, pues son unos edificios que hace falta verlo para creerlo. Solo nos ha dado tiempo de ver 1, el de Ocean… no me acuerdo más pero algo increíble.

A las 6.3 estábamos facturando las maletas y haciendo todos los requisitos para poder embarcar, pero ya teníamos a la vista el barco. ¡Bonito! ¡Fastuoso!

Cuando nos hemos despedido de Lola y Carlos, Lola llorisqueaba “¡ay! Abuela cuidaros”. Yo la he dicho que la prometía volver sana y salva. Han sentido que no les dejaran ver el barco por dentro. Cuando hemos subido nos han sacado una foto y después a nuestro camarote.

Estamos en la cubierta Venus, camarote con vistas al mar. Es pequeño, pero bonito. El aseo tiene ducha y tiene todo lo necesario para sentirte bien. La habitación, unos 10m^2. Aparte, un hermoso armario, otro bajo con cajoneras, en concreto 6 grandes donde sobra cajón. Y entre la cama de Ángel y la mía, en el rincón donde se juntan los cabeceros de las camas, hay una mesa cuadrada y cerrada la cual ya averiguaremos que contiene. Hay un teléfono encima, y una lámpara. Espejos tenemos unos cuantos. La tele se encuentra encima de la cajonera.

A cenar en el primer turno, 8 y cuarto. El comedor grandísimo, tenemos dos camareros para nuestra mesa y somos 10. Todas las noches la misma mesa para todos. Después ha oír música.

Dia 27

La noche se ha pasado bien. El barco apenas se notan sus movimientos. Acabo de venir de almorzar, lo hemos hecho en un bufé de cubierta. ¡Yo que decía que iba a procurar adelgazar! Vano intento el mío. Anoche cené verdura y pescado y había de todo, pero esta mañana nos pusimos las botas. Esto parece un cuento de hadas. Nunca pensamos que pudiéramos vivir esto. Asomados por la barandilla, contemplando el mar, me parece estar en el cielo.

11.3 En este momento acabamos de llegar de hacer una demostración con los chalecos salvavidas. Dios quiera no lo necesitemos. También nos han puesto al corriente de espectáculos y toda una serie de diversiones para todos los días.

Estamos en medio del mar y esto es un espectáculo hermoso.

Son las 3 de la tarde. La comida ha sido esplendida y también amena, pues había dos señoras sevillanas muy simpáticas. Son madre e hija, la madre 90 años, y por cierto muy bien conservados. También un matrimonio del mismo sitio, sevillanos, por lo tanto no nos ha faltado conversación.

Son las 7 menos cuatro, hemos estado en cubierta charlando con unos y con otros. Ahora nos hemos puesto guapos y, como estamos invitado a un coctel con el capitán, allá vamos, ya contaré.

La presentación del capitán y la tripulación ha sido fantástica. Hemos estado reunidos los del primer turno de cena. Cientos de personas (no puedo calcular cuántos).

Todo es nuevo y bonito para nosotros. Hemos comido y bebido con todos ellos, oficiales, subjefes de mando, cocineros… toda la gente con sus mejores galas. Pero como es natural, también había gente de vestimenta informal. De esto hemos salido a las 8 y a las 8 y cuarto, la cena. Total, que todo el día nos le hemos tirado comiendo, pues esta tarde en cubierta también ha habido bufé. Terrible.

La cena de esta noche ha sido lo más divertido, chistes y más chistes, todos buenos y simpáticos. Como es natural ni Ángel ni yo hemos contado ninguno, pues no sabemos hacerlo.

Ángel está totalmente integrado y tiene poco tiempo de leer sus novelas. Un ratito de los que hemos estado en cubierta me ha ganado al tute.

Ahora saldremos a dar una vuelta para ver algún espectáculo.

28 Túnez

3º día. Por la mañana, a las 8, nos pusimos en movimiento y en autocares nos dirigimos a Túnez. País que no me gustó nada, suciedad (y las ruinas de Cartago no estuvieron mal), pero nada de nada, el regateo algo exagerado, pues solo con mirar una cosa ya te la cargabas. Menos mal que fue todo muy cortito y llegando a nuestro barco, contentos. Este día comimos en el bufé de cubierta y nos pusimos las botas. Después de la cena hay unos espectáculos bonitos y entretenidos, pues pasado este, entra en escena el animador, que es tremendo, y nos reímos un rato. Luego hay otra vez bufé en la cubierta de la piscina, con discoteca, eso a las 00 de la noche. Cada noche el espectáculo se relaciona con el país donde nos encontramos.

29 – Sicilia

No fuimos al monte, sino a un pueblo precioso donde visitamos monumentos y un anfiteatro. El paisaje de esta tierra es muy bonito.

Llegamos al barco sobre las 3. Comida copiosa, siesta, rato en cubierta, cena. Aquí las cenas son casi todas formales, la gente se arregla, mucha joya y bastante lujo. Pero como en este barco hay mucha gente joven, esos van a su rollo y visten igual.

Teatro musical y, como creo que ya estábamos en ITALIA, bufé de media noche con pizza y…

30 – Roma

Algo increíble de describir, tuvimos un guía fabuloso y nos pareció todo fastuoso. Al pasar por la tumba de J. Pablo II le pedí por Sara.

Día 1 Sábado. Florencia y Pisa

Las dos ciudades ¡preciosas! ¡La estatua de Miguel Ángel! ¿Quién va a Florencia y no lo ve? También un buen guía, la torre de Pisa. Bueno, que todo nos pareció muy bello. En el barco a las 6.5. Así que, como había cena de gala, pues ducha y a ponerse guapos.

Después de la cena, en el postre, salieron la tripulación entera al comedor y, con velas encendidas, sacaron las tartas. Todos cantando y dando palmadas, fue precioso.

El espectáculo también fuera de serie y después, con el animador, fue la monda.

Después en la discoteca había chocolate con churros.

La comida es demasiado, creo que habremos cogido 3 o 4 kg en estos días.

En estos momentos voy a llevar un libro que cogí a la biblio, pues no he podido leerlo.

1 de la tarde. Domingo.

Comilonas y más comilonas. Hoy hemos comido rabo de choto, ensalada, queso y….

De lo único que aquí se queja la gente es que dan demasiado de comer. El personal de servicio, muy súper agradables, tanto el que nos hace la habitación, como el jefe de nuestra mesa de noche. El de la habitación nos ordena todo y todas las noches tenemos nuestra cama abierta. Es demasiado fantástico para ser verdad.

Ahora, son las 2 de la tarde y Ángel está leyendo.

Hemos tenido suerte porque ha hecho buen tiempo, pero hoy hace fresco en cubierta.

Estamos a 2 de octubre, por lo tanto cumple años de Ángel. Así que nos ha pillado en buen sitio para celebrarlo. Ya lo que hace falta es que lleguemos con bien a Valencia para después de unas horas encontrarnos en nuestra casa sanos y salvos.

4 tarde: En estos momentos estoy un poco asustada. El barco se está moviendo mucho y tengo un poquito de miedo.

 

(otro)

El barco camina despacio, según dicen y yo veo. Sensación de bienestar me inspira este inmenso Océano. Nunca podría escribir lo que siento en estos momentos creo que es paz, es amor, también agradecimiento a los que han hecho posible esta realidad, este sueño. Gracias hijos, muchas gracias. Sois mis hijos y mis nietos, sois la gente que más amo, los que siento muy adentro, los que habéis hecho posible la realidad de este cuento.

Zorro Negro VI: 18 – V – 08

Salimos del pueblo a las 7 ½ de la mañana. Día tristón y frio. Nos llevaron Luis y Pepa, también Oscar. Tomaba Henar la Comunión, por lo tanto era Domingo. En otro coche viajaban Sonia, su marido, Claudia y Asun. Llegamos a Olite sin ningún contratiempo. La comunión era a las 12 en el intervalo de la misa.

Henar estaba guapísima, para mí, la más bonita de las niñas.

Resultó un poco bastante largo, pero bien, muy bien. El día, aunque frío, no cayó agua y eso nos ayudó para sobrellevar el frío.

Acudieron muchos de los familiares de Bea. Nos agradaron bastante, puesto que antes no podíamos opinar porque apenas les conocíamos.

La comida fue buena y resulto amena y entretenida. Para rematar el día, Asun nos contó unos cuantos cuentos y el resultado fue unirnos un poco más con la otra familia, reírnos bastante y pasar un par de horas bonitas y divertidas.

Luego, que ya se pasó todo esto, cada mochuelo a su olivo, menos nuestra familia que esa noche nos quedamos a dormir en Olite. Estuvimos viendo la huerta de Angelito, tomando unas cañas y a casita. Bea nos dijo que Ángel y una servidora nos fuésemos a dormir a la casa rural donde habíamos comido. Allí también dormían Luis y pepa. ¿Normal? ¡No lo creo! Grito. Cuando llegamos a nuestra habitación del albergue, Ángel se sintió un poco indispuesto y comprobamos con gran susto que lo que le picaba y molestaba era la dichosa culebrilla (o herpe). Le llevamos al médico de guardia, el cual nos lo confirmó. Le recetó unas pastillas, siete para siete días, pero ya nos desarmó un poco el tinglado. Consulté a Pepa y Luis si regresábamos a casa, pues a mí me daban ganas de ello, pero la organizadora de Bea dijo que de eso nada. Y fue algo que se lo agradecí después, pues aunque la cosa no ha sido fácil para Ángel, lo que ha pasado lo hubiese tenido que pasar igual en el pueblo, o quizás más, porque le dijeron que reposo y más que aquí, en ningún otro sitio.

Pasé los primeros días penosa por Ángel, pero también me hacía daño y me dolía enormemente que nuestro hijo Angelito no pensara ni por un momento que particularmente yo le necesitaba y que me dolía que estando tan cerca no viniera a ver a sus padres ni llamara. También le reprochaba dentro de mí que no nos hubiera dejado dormir en su casa. Sé que eso él no lo organizó, pero sí lo consintió.

El fin de semana se acercó y se me olvidó todo lo que esos días pensé de mi hijo.

Zorro Negro V

¿Cuántos críos recorríamos las calles embarrados, íbamos a la escuela y jugábamos en las plazoletas? ¿Éramos 35-40 en cada escuela?
Esta pregunta dejo que la conteste la gente de mi edad. Yo digo que muchos.
A medida que pasa el tiempo.
¿Que

Zorro Negro IV

La queremos buscar novio
y ella dice que es un rollo,
pero cuando pasa de largo
mas de cuatro veces se la quedan mirando
y yo creo que en el fondo
la gusta todo este rollo.

Cuando juega a la naranja
casi siempre gana y gana
y si mata al tres de bastos
es porque la da la gana.

Zorro Negro III

Él es un joven amable y bastante trotamundos. Le ha gustado siempre vivir su vida y aunque a mí nunca me pareció bien, el, desde los 23 años ha viajado y trabajado en parte de España y Europa. Para mí fue todo muy precipitado, tanto, que pensé que con él se me había ido toda mi vida. Al cabo de unos años, este hijo pródigo volvió y la terminación de la historia es que hoy Juan es un padre de familia. Creo que es feliz y eso es importante. Si escondiese esa gran rebeldía…

La trayectoria de la vida de Juan es muy variable, de joven fue un chico tímido, obediente, para ser exacta opino que “demasiado”. Siempre me dio un poco miedo porque después he visto que debajo de esa apariencia sumisa y complaciente había algo en el que se rebelaba. A los 22 años esa otra personalidad salió a la luz, pero con una firmeza irrevocable, inquietante. Dejó todo para marcharse. Me hubiera gustado convencerle de que desistiera de su propósito pero no hubiera servido de nada. Le supliqué, amenacé, cogí todos los resortes que encontré a mi alcance, pero él estaba decidido.

Un buen día cogió la mochila y se fue. Me quedé triste, abatida. Se me cayó el mundo encima con esta decisión de mi hijo y me decía que estaba todo perdido para mí. Más tarde entendí que Juan había hecho justo lo que debía. Han pasado los años y Juan ha vuelto, sabe ahora en todo momento lo que quiere y el por qué lo quiere, podrá equivocarse, pero esos años que anduvo de peregrinaje le valieron para hacerse a él mismo.

Zorro Negro II

Es domingo y son las 11 de la mañana, yo me encuentro (como casi siempre) en la cocina. Ocurre, que los días de fiesta si alguien me falta, me pongo nerviosa y bastante llorona, atrapada por el miedo y la incertidumbre. La verdad es que esta mañana estoy obsesionada con la puerta y más con el teléfono. En mi casa dicen que mi marido es completamente distinto. Cuando se acuesta y alguno de los chicos esta fuera, a los cinco minutos está dormido como un cesto. ¡Bendito sea Dios! Que él es así, porque de lo contrario armaríamos la zapatiesta. ¡Que tonta soy! Me digo ¿Por qué tiene que pasar nada precisamente ahora que tengo paz y tranquilidad? Cuando estoy con estos pensamientos suena el “tranquila chica que no pasa nada”.

Mi marido entra por la puerta y no precisamente con buen humor. La cama de José está vacía ¿Dónde está? Está sonando el teléfono, me precipito como una loca a coger el auricular, es la voz de un hombre, pregunta que si es la casa de José Suarez.

Disfrutábamos los cuatro juntos. A veces pienso si no abre sido yo el que haya tenido la culpa del cambio de mi amigo.

Ya he perdido la esperanza de que mi amigo reacciones como siempre, como antes, y me resigno a que el poco o mucho tiempo que nos quede de vida nos limitemos a encontrarnos por la calle y saludarnos con un simple adiós.

De Eladio

Zorro Negro I

¡La invasión de los ratones!
– gritó un día Don Arsenio
Y era que de su corral
por un mísero agujero
los ratoncillos entraban
como si fuera un cortejo.
¡Que orejas tan respingonas!
¡Que rabo tan largo y tieso!
Todos contentos estaban
de aquí para allá corriendo
a la par que allí chillaba
la mujer de tío Arsenio,
que subida en una silla
reclamaba a los bomberos.
Dos niños había en la casa
Tocando gaita y tambor
Y los pequeños bichejos
Bailaban el Rocarron (Rock&Roll)

En la casa colindante,
dos abuelitos vivían
y un ratoncillo travieso
en la despensa roía.
Una nena que dormía
cerca de aquella despensa
no durmió en toda la noche
por que el ruido la despierta.
¡Válgame Dios! –dijo el viejo-
a la mañana siguiente
-¡De mí no se ríe este!
Como me llamo Vicente-

Montados en una mesa
y tocando el saxofón
se divertían dos niños
viendo bailar a un ratón.

“¡Dadlos de comer!” gritaba
la mujer de tío Arsenio.
Mira en su reloj la hora
pone verde a su señora
coge el badil y la escoba
dispuesto a dejar al ratón en coma.
Al ratón se le cargó
pero fue la ratonera,
pues el inocente entró
pensando que allí esperaba
una comida casera.