Impreso I: qué hacer, qué hacer 1993

En este pequeño pueblo
me encuentro yo tan a gusto
que olvido todo disgusto
cuando salgo de paseo.
¿Que cómo puedo hacer eso
después de tanto trasteo?
(Pues no hay mucho que pensar,
porque me gusta el jaleo)
Y en vez de marcharme a casa,
como Dios ordena y manda,
me bajo para la fragua
a ver lo que allí se asa.
En llegando a la Casona
ya me huele a comilona
por la esquina el Palacio.
Sé que congrio están asando
y me viene y se me va
si debiera o no yo entrar.
¡Esta tentación me chifla!
pero me voy a la brisca
porque si tardo en llegar
me reñirá Basilisa.
¡Con lo puntual que ella es!
A mandamiento nos trae
para estar allí a las seis.