Problemas de las flores I: 1995

Sabemos que tu alma sufre
porque perdiste tu amor.
Pero querer ayudarte
no mitigará el dolor
de esa llaga honda y profunda
que te dañó el corazón.

Tus hijos serán los ejes
que te mantendrán erguida;
tus hijos serán las fuentes
que purifiquen tu herida.

Amiga, sigue adelante.
No te detengas mujer.
¡Se fuerte! ¡Nunca te achantes!
Demuéstrate lo que vales
y jamás pierdas la fe.