Vi en vuestros ojos ternura.
En vuestras manos, vi amor.
Vuestras palabras me dieron
fuerza consuelo y valor.
Entre aquí sin esperanza.
Roto tenía el corazón
y hoy me salgo con el alma
llena de fe y de ilusión.
Os recordaré con cariño,
gracias a todos.
Prisci.